19/2/13

Municipios sufren por dinero

La gran mayoría de los municipios de México atraviesan por fuertes dificultades financieras y más cuando inician su período de gobierno cada tres años.  

Y hay casos en los que cuando el gobierno estatal respectivo no puede ayudarles, éste opta por tratar de crear algún impuesto que supuestamente es para destinarlo a los municipios, lo cual en realidad no resuelve el problema a fondo, cuyas causas se encuentran en aspectos como los siguientes en las finanzas municipales:

Dependencia casi total de los recursos externos, básicamente de las participaciones federales que les son distribuidas por parte del gobierno estatal.

Carencia de capacidad técnica y administrativa así como una falta de continuidad de las actividades por el cambio cada trienio de los funcionarios municipales electos y designados.


A continuación presentamos estrategias para ayuntamientos con problemas financieros que inician período de gobierno:


Restringir lo más rápido posible los gastos operativos y reducir -posiblemente- la inversión en obra pública de manera significativa para balancear los presupuestos. Esto incluye reducciones en el gasto por servicios personales, pero cuidando bien que no hagan recortes de personal en forma irracional como suele suceder.


Obtener del gobierno estatal un adelanto de participaciones fiscales federales para el 2013.


Obtener financiamiento bancario de corto plazo, de manera que durante 2013 se liquide, esto es programando bien el flujo de ingresos y egresos para ese año.


Los programas financieros son indispensables para el manejo de efectivo de los ayuntamientos. Cada ayuntamiento debería establecer su respectivo programa, que contenga por cada mes: saldo inicial más ingresos = (A) disponibilidad de recursos; (B) egresos en gasto corriente y de capital; (C) balance primario (que es A-B); y (D) pagos de intereses y amortización de pasivos (que deberán ser posibles de sufragarse con el importe del balance primario y, en su caso, proceder a reducciones en los gastos).


La presupuestación con la máxima racionalidad es aún más indispensable. No debe seguirse con la práctica incrementalista tradicional (agregando más y más, por no atreverse a hacer más cosas con menos recursos). En este sentido urge que se apliquen nuevas técnicas de programación y presupuestación, incluyendo el uso de la metodología de Marco Lógico.

Además, empezar lo más pronto posible a implantar el Servicio profesional de Carrera en personal de la administración municipal, que base decisiones en méritos por capacidades, no por razones de interés político partidista en puestos que requieren de auténticos profesionales.

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Alberto Haaz D. | calidad@ahaazd.com

2/2/13

Para tener Presupuesto basado en Resultados


Desarrollo de capacidades institucionales para tener Presupuesto basado en Resultados

El Presupuesto basado en Resultados (PbR)[1] requiere de un conjunto de acciones y esfuerzos que pueden agruparse en cuatro componentes que se complementan. Estos son:


El primer componente, información de desempeño, es la pieza base del presupuesto basado en resultados y se vincula con el concepto de sistema de monitoreo y evaluación. Este se entiende como una construcción que incluye instrumentos, metodologías, procedimientos y aplicaciones con el objeto de recolectar, regularmente, información del desempeño de las acciones públicas, y también ponerla a disposición de la ciudadanía.

El segundo componente es el proceso presupuestario capaz de integrar información de desempeño como uno de los insumos básicos para la toma de decisiones en la asignación de recursos a programas que se presupuestan.
Se refiere a desempeños pasados y los proyectados a futuro, de modo que la gestión presupuestaria contribuya a mejorar la calidad del gasto público.

El tercer componente son los incentivos para mejorar el desempeño organizacional. La ejecución de los recursos públicos no está a cargo de las oficinas de presupuestos sino que la realizan los entes públicos que actúan como unidades ejecutoras del presupuesto. Por este motivo, se requiere de instrumentos adicionales que refuercen la calidad de las acciones que se produzcan en las organizaciones. Consecuentemente, los mecanismos de incentivos constituyen un componente de un presupuesto basado en resultados  en la medida que buscan movilizar los recursos institucionales para alcanzar mayor eficacia, eficiencia, economía y calidad en las acciones de las organizaciones públicas, complementando los dos componentes anteriormente descritos.

El cuarto componente es el  desarrollo de las capacidades institucionales. 


El diseño, la puesta en marcha y la consolidación de los componentes anteriores requiere, en primer lugar, disponer de capacidades institucionales básicas, y en segundo, incrementar estas capacidades según las nuevas exigencias.  

Esto significa el desarrollo de competencias, quizás inexistentes o insuficientes actualmente en muchas organizaciones públicas.

En efecto, el presupuesto basado en resultados (desempeño) necesita también poner en práctica acciones que faciliten su desarrollo y le otorguen sostenibilidad y, adicionalmente, hagan visible a los diferentes actores (directivos, analistas, operadores, etc.) la preocupación por el desarrollo de capacidades como elemento central y clave de desarrollo organizacional.

Algunos temas importantes para considerar en esta línea son los siguientes:

1. Las técnicas y las prácticas de mejoramiento de las condiciones básicas de los recursos humanos: motivación, autoestima, profesionalización, etc.

2. Las destrezas específicas: comunicación, liderazgo, trabajo en equipo, establecimiento de compromisos, etc.

3. Las competencias técnicas: políticas públicas, finanzas públicas, técnicas presupuestarias, evaluación y monitoreo, estadísticas, sistemas e información, etc.

Acciones como las anteriores deberían ser parte de los actos de inicio o de partida, por parte de las autoridades, de las iniciativas de presupuesto basado en resultados, organizarse como programa de desarrollo de capacidades, y ser también objeto de revisión y ajustes en el tiempo, como una práctica de mejoramiento continuo de la organización.

Más aún, cuando ya se han emprendido acciones de implantación del Presupuesto basado en Resultados, conviene revisar la situación existente en los componentes expuestos y proceder en consecuencia a los ajustes, afinaciones y/o correcciones necesarias.

En mi perspectiva, ocupa un lugar preeminente el componente de desarrollo de las capacidades institucionales, que en la generalidad de casos debería apoyarse con los programas académicos y de asesoría que ofrecen institutos de administración pública en nuestro país (en entidades federativas y el nacional)[2].

Alberto Haaz Díaz




Fuentes:
BID (Banco Interamericano de Desarrollo)-PRODEV (2009). Presupuesto basado en resultados. Washington, D.C.: Banco Interamericano de Desarrollo,
Secretaria de Hacienda y Crédito Público de México, Banco Mundial, Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, Departamento para el Desarrollo Internacional, Centro de Investigación y Docencia Económica. [En línea] disponible en http://www.worldbank.org/en/country/mexico
Marcela Guzmán, Gestión Financiera Pública, Banco Interamericano de Desarrollo-PRODEV (2009).




Obtenga servicios de apoyo profesional a gobiernos, organismos y otras instituciones en el diseño y gestión de políticas y programas orientados a fines públicos, así como al fortalecimiento de capacidades institucionales. 


Sonora, México




[1] El PbR es una manifestación más de la Nueva Gestión Pública (NGP), y tiene como uno de sus fines generar información que permita a los gobiernos tomar decisiones eficientes y acertadas en materia de gasto (OECD, 2007)
[2] Como es el Instituto Sonorense de Administración Pública (ISAP), Asociación Civil.  http://isapac.org